Bette Davis,
nació el 5 de abril en Lowell en Massachusetts y fallece en Neuilly-sur-Seine
el 6 de octubre de 1989. Sin duda alguna puede catalogarse como la mejor actriz de la época dorada de
Hollywood. Apodada “La loba” por la
calidad de su interpretación, claramente superior a las demás actrices durante varias décadas . David Shipman la
denominó “Primera dama de la pantalla”, puesto que muchas de las actrices que
la precedieron, tuvieron en ella una referencia de lo que era una buena interpretación
cinematográfica.
Bette empezó con pequeños papeles cuando sólo era una niña, su verdadera inclusión en
la interpretación comienza con sus estudios en la escuela de interpretación de Jhon
Murray Anderson. Empezó a trabajar en la compañía de teatro de George Cukor,
pero la rechazaron. Al siguiente año debutaría en Broadway y esta vez lo haría
con un gran éxito con la obra “Broken Dishes”. Fue observada por cazatalentos de Estudios Universal,
compañía con la que debutará en el cine con “Mala hermana” en 1931. Más tarde abandonaría Estudios Universal para unirse a la Warner,
donde interpretaría “Oculta Providencia” en 1932. Sus interpretaciones
comienzan a destacar en películas como “Cautivo del Deseo” en 1934 o “Peligrosa”
de 1935, con la que conseguiría un Oscar a la mejor actriz.
Fue
una mujer de fuerte carácter y perfeccionista que le llevaron a enfrentarse a los directores y ejecutivos de sus películas. Estas
desavenencias le llevo a abandonar a la Warner, pero tuvo que volver por
imperativo legal ya que la demandaron.
Su vuelta
supuso una mejora en la calidad interpretativa de Davis, se superaba más si cabía y así lo
dejo ver en su papel en “Jezabel” en 1938.
Después su carrera pareció decaer hasta que interpreta
“Eva al desnudo”. A partir de la mitad de la década de los sesenta el cine ya no tenía
un lugar para B. Davis. Su última película la interpretó en 1987 con “Las ballenas de agosto”.
Esta
mujer de fuerte carácter se caso cuatro veces y tuvo tres hijos: Barbara Davis,
Michael Merril y Margot Merril, estos últimos adoptados. No fue una mujer
especialmente guapa, pero sus ojos grandes y su piel de porcelana, le dieron el perfil adecuado para sus numerosos papeles trágicos.
Su
fallecimiento se produjo en Francia después de ser galardona con el premio
Donostia a su carrera en el Festival de
cine de San Sebastián.
Su filmografía
fue muy extensa, transcurrieron cuarenta años donde cine, televisión y teatro forjaron
a la mejor actriz de todos los tiempos.