lunes, 19 de febrero de 2018

UN PARTIDO DE FUTBOL QUE DESEMBOCÓ EN UNA GUERRA


Tenemos conocimiento de que algunos deportes mueven grandes masas de personas. Aficionados o no, apasionados del deporte y exaltados que aprovechan la coyuntura para provocar incidentes. El deporte a veces,  muy lejos de ser un evento donde la competición es el factor que engrandece el espíritu de superación, destreza, esfuerzo y otros valores , desgraciadamente se convierte en verdaderos campos de batallas.


Se avecinaba el Mundial de Futbol de México 1970, cuando en un partido entre El Salvador y Honduras. Se enfrentaban a un partido de desempate el 26 de junio de 1969. La tensión se vivía en las gradas y en el campo, ya que ambos países estaban pasando por dificultades políticas y sociales y ese sentimiento de indignación se trasladó aquel día en el encuentro. El partido se resolvió con la victoria de el Salvador contra Honduras con un 3-2, clasificándose por primera vez a un Mundial de Futbol. Aunque realmente esto no provocó la guerra, pero sí coincidió con circunstancias que sí lo hicieron.

Por aquellos años los terratenientes eran los grandes dueños de toda la actividad agrícola y los campesinos que carecían de tierra, trabajaban como jornaleros. Muchos de estos campesinos emigraron a Honduras donde se asentaron y pudieron trabajar sus propias tierras durante más de 50 años. Meses antes, un grupo paramilitar llamado la Mancha Brava se dedico a aterrorizar a los Salvadoreños que se habían afincado hacia años en la frontera de honduras. Estos guerrilleros asesinaron y expropiaron a otros tantos provocando la vuelta a El Salvador. 

El día del partido El Salvador rompió relaciones diplomáticas y organizó al ejercito, el cual el  14 de julio inició la invasión al país vecino de Honduras. Pocos días en el cual se convirtió en una carnicería donde perecieron más 4000 mil personas la gran mayoría civiles y otras 15 mil resultaron heridas en la llamada Guerra del Futbol o Guerra de las 100 horas. Gracias a la intervención de OEA que negocio un alto el fuego el 18 de julio  y posteriormente  se firmó la paz entre los dos países el 30 de octubre de 1980 en Lima (Perú).